martes, 22 de diciembre de 1998

NAVIDAD

Cuando en sus villancicos tan bien suena
y acudimos humildes a su encuentro
la Navidad nos cala muy adentro,
a un tiempo sobrecoge y nos serena.

Por eso al celebrar la Noche Buena
procura que el Misterio sea el centro
pues todo lo andarás si llevas dentro
al Cristo que de paz el Orbe llena.

Que el Niño Dios bendiga a los que saben
recurrir a infantiles intenciones.
Que el Niño Santo vuelva y que le alaben

los hombres, las familias, las naciones...
Que en su corazoncito todos caben
si llegan con sinceras oraciones.