lunes, 7 de mayo de 2001

EN LA BÚSQUEDA

No te he ganado aún y ya me quedo
muriendo de esperanza, como inerte,
si veo que te gano al sorprenderte
o siento que te pierdo en loco enredo.

Ahora que no te tengo tengo miedo
que no llegue la hora de tenerte.
Y si al fin te tuviera a tí, perderte
temiera. Lo demás... me importa un bledo.

Yo sueño que andaré tan receloso
algún día por tí como el avaro
que esconde su tesoro misterioso.

Por eso me incomodo sin tu amparo.
Y no encuentro acomodo victorioso
si no estoy a la vista de tu faro.