lunes, 31 de octubre de 2011

38. Hoy traigo para tí este soneto...

Hoy traigo para tí este soneto,
pero no es como aquéllos tan azules,
que yacen olvidados en baúles,
en rincones de polvo. Su secreto
suave y profundo vive más discreto
en la agenda vulgar. No disimules
la mirada. El plan de Dios no anules.
Que nuestra poesía está en el reto
de desgastar la vida en compañía;
de surcar las aristas con paciencia;
de construir la paz con alegría.
Hoy tengo para tí, pero en esencia,
una misma amorosa poesía:
mi vida, mi valor y mi conciencia.