viernes, 20 de noviembre de 1998

A CRISTO REY

El Verbo meteórico y sereno
que anima las galaxias con sus manos,
y canta enamorado a los cercanos
mil secretos de un mundo tan ameno,

es el Salvador, Rey de Amor, Rey Bueno.
¡Qué mal le circunscrimisben los enanos
ladrones de la fe de  hermanos!
Pues Él es Cristo Rey, no “Ser supremo”.

Los hijos de la luz que brilla en Roma
queremos ver su cruz inteligible,
ansíamos ver triunfante su corona,

soñamos por derecho indiscutible
que la Historia en feliz final pregona
su Reino entre nosotros bien visible.