miércoles, 11 de abril de 2001

A UN FALSO POETA

Igual que Satanás -cuando era bello-
pareces un versista enamorado.
¡Tramposo rimador, vate taimado,
poeta mentiroso y leguleyo!

Que ya no me deslumbra en tu destello
tu rima aduladora, y alertado
recelo del regalo envenenado,
y cuido si el peligro apunta al cuello.

No des al egoista nombre honrado,
ni llames coherencia al despotismo,
ni trates de sincero al descarado.

No es nuevo ese tu antiguo paganismo
ni fino un lujurioso depravado.
Elige: o la Verdad, o el progresismo.