Hicieron bien la imagen de María
los hijos que consuelan hoy su espera
-navarros de Tafalla o La Ribera-
cantando su dolor o su alegría.
¡Qué contenta te vemos en tu día,
feliz en tu misión de medianera,
sentada Virgencica tan jotera
en tu trono de plata y pedrería.
¡Protege al viejo Reino, Reina Santa!
Y pisa la serpiente envenenada
que, en las calles, trastoca lo que canta
en tu iglesia tu gente bautizada.
Bendice a esta Navarra que aún levanta
en Ujué y por Dios, su alma esperanzada.